Los caminos
Hay momentos
en nuestra vida que nos sentimos realmente perdidos. No sabemos, la mayoría de
las veces, que camino debemos escoger. Y llega un punto en el que si no
encontramos ese camino, debemos de crear nuevos. Pero para poder abrirlos,
muchas veces tenemos que tener la valentía de ser capaces de perderse en alguno
de ellos.
Explorar nuevos caminos no es algo malo, al contrario, podrás encontrar nuevas realidades, puede que ninguno sea el correcto, pero hay que intentarlo. Y sobre todo no seguir los caminos de los demás. Solo hay que seguir el nuestro cueste lo que cueste ¿Por qué? Normalmente los caminos más fáciles casi siempre te llevan hacia trampas o hacia momentos realmente horribles, pero creemos que son los mejores, porque es difícil comprender que al final no te llevarán a ningún sitio. Y lo más importante es no mirar atrás, porque ya nunca podrás cambiar nada de lo que sucedió.
Y los caminos difíciles acaban por volvernos locos/as, nos destrozan y nos hacen pedazos. Por eso lo mejor es ir construyendo nuestros propios caminos, que aunque pueda ser difícil, siempre podremos cambiar de dirección y avanzar.
No tienes que saber hacia dónde vas. Lo importante es estar en el camino. Sea el correcto o no, siempre podremos estar a tiempo de cambiar nuestro rumbo.
Y los caminos difíciles acaban por volvernos locos/as, nos destrozan y nos hacen pedazos. Por eso lo mejor es ir construyendo nuestros propios caminos, que aunque pueda ser difícil, siempre podremos cambiar de dirección y avanzar.
No tienes que saber hacia dónde vas. Lo importante es estar en el camino. Sea el correcto o no, siempre podremos estar a tiempo de cambiar nuestro rumbo.
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